Crónicas de un fiel Hilobátido III.

31 mayo 2007

Las velas, lentas vivían.
El sol marchaba, Helios al oeste.
Y jugaba en mi mente,
Versos con éste.

“No inquietes”
Y el me miró.
Pensé: no era habitual,
Pensé. Y la noche continuó.

Llevaron largos días,
Frenéticos, creer.
Viví lo que él decía.
En papel, arder,

Esa insignia mía
Que supe cuidar, debo admitir
Fue, sola, la envidia…
Que supe cargar, y distinguir.

Más tarde. Recuerdo aún,
No fue sencillo
Mas la tierra,
Lo guardo en altillo,

Y esa misma noche,
Mis versos capturó.
Para siempre quedaron,
Tras el sol que intrigó.

1 comentario:

jaazmin dijo...

Manu, acá yo, JAZ, firmándote desde mi nuevo blog, y todo gracias a vos :) . Como te lo dije varias veces, amo como escribis, es exelente. Te quiero mucho, y nos vemos mañana. Besos.