Las velas, lentas vivían.
El sol marchaba, Helios al oeste.
Y jugaba en mi mente,
Versos con éste.
“No inquietes”
Y el me miró.
Pensé: no era habitual,
Pensé. Y la noche continuó.
Llevaron largos días,
Frenéticos, creer.
Viví lo que él decía.
En papel, arder,
Esa insignia mía
Que supe cuidar, debo admitir
Fue, sola, la envidia…
Que supe cargar, y distinguir.
Más tarde. Recuerdo aún,
No fue sencillo
Mas la tierra,
Lo guardo en altillo,
Y esa misma noche,
Mis versos capturó.
Para siempre quedaron,
Tras el sol que intrigó.
El sol marchaba, Helios al oeste.
Y jugaba en mi mente,
Versos con éste.
“No inquietes”
Y el me miró.
Pensé: no era habitual,
Pensé. Y la noche continuó.
Llevaron largos días,
Frenéticos, creer.
Viví lo que él decía.
En papel, arder,
Esa insignia mía
Que supe cuidar, debo admitir
Fue, sola, la envidia…
Que supe cargar, y distinguir.
Más tarde. Recuerdo aún,
No fue sencillo
Mas la tierra,
Lo guardo en altillo,
Y esa misma noche,
Mis versos capturó.
Para siempre quedaron,
Tras el sol que intrigó.