Homogéneo paladar del claustro, que rienda
La bisagra; y rechina barrosa tras luz encubierta
Que tantos gritos de pudor abandonado
Dejó que vieran la noche aquí dentro.
La lámpara, firme sin caer; en la selva oscura
De mis ojos, se destila la esperanza, poco
De aquí, de allá. La esperanza es un proyecto;
El proyecto descarrila; llegaré muy bien.
Dicen que los ojos son el espejo del alma
Dicen además que no pierda la calma
Cuando en tarde sonrojada vierte el llanto.
Y cuántos acertijos inconclusos, pesares
Que nos libran temprano a los azares
Son de mi selva oscura; vierte el llanto.
Desde la sustancia.
03 octubre 2007
Autor:
ECP
A las
17:40
1 comentarios
Suscribirse a:
Entradas (Atom)